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Lanzamiento libro «La Ilustración Escocesa. Cómo fue que los escoceses crearon el mundo moderno»

Lanzamiento libro «La Ilustración Escocesa. Cómo fue que los escoceses crearon el mundo moderno»

Fundación para el Progreso y Red Cultural te invitan al lanzamiento del nuevo libro de nuestra editorial La Ilustración Escocesa: cómo fue que los escoceses crearon el mundo moderno, obra del destacado historiador norteamericano Arthur L. Herman.

Presentarán el libro Magdalena Merbilháa, periodista, historiadora y Master of Arts por la Kingston University de Londres; y Leonidas Montes, PhD en Economía y director del Centros de Estudios Públicos (CEP).  

No te pierdas este recorrido por el pensamiento de un conjunto de filósofos, científicos, economistas, sociólogos e innovadores que ayudaron a sentar las bases del mundo que conocemos hoy junto a sus valores de libertad, justicia, economía de mercado, tecnología y prosperidad.

¿Cuándo? Este próximo miércoles 06 de marzo a las 19:00 horas.

¿Dónde? La Concepción 191, piso 10, Providencia, Santiago.  

La conferencia es abierta a todo público y sin costo de inscripción.

 

¡Actividad gratuita y abierta para todo público!

IMPORTANTE:

  • En el caso de que tu formato de asistencia sea online, al momento de inscribirte, asegúrate de escribir correctamente tu correo electrónico, ya que ahí te enviaremos el link de acceso a la actividad,
  • Si no recibes el link de acceso en tu correo el mismo día del evento antes de las 12:00hrs, escríbenos inmediatamente a [email protected] para solucionarlo de inmediato.

Sobre el libro

«Esta es la historia de cómo los escoceses crearon los idea­les básicos de la modernidad. Veremos cómo esos ideales transformaron la propia sociedad y cultura escocesa en el siglo dieciocho y cómo los escoceses los llevaron consigo a dondequiera que fueren. Obviamente, los escoceses no hicie­ron todo solos; otras naciones —alemanes, franceses, ingle­ses, italianos, rusos y muchos otros— aportaron ladrillos y cemento para construir el mundo moderno. Eso sí, serían los escoceses los que prepararían los planos y nos enseñarían cómo evaluar el producto final. Cuando miramos al mundo contemporáneo moldeado por la tecnología, el capitalismo, y la democracia moderna; y nos esforzamos en encontrar nuestro propio sitio en él, estamos de hecho mirando ese mundo a través del mismo lente que usaran los escoceses.

Tal toma de conciencia no se produciría fácilmente. Sir Walter Scott diría: «Soy un escocés; por lo tanto, tuve que imponerme para lograr un sitio en el mundo». La historia de Escocia en los siglos dieciocho y diecinueve es una historia de un triunfo logrado con mucho esfuerzo y gran sacrificio, de sangre derramada y vidas arruinadas, pero acompañada de grandes logros. En 1700 Escocia era el país independiente más pobre de Europa (Irlanda —más pobre— estaba, des­pués de todo, gobernada por los ingleses, y Portugal era aún dueño de Brasil). Sin embargo, la historia de este pequeño y poco poblado país (con menos de dos millones de habi­tantes), atrasado culturalmente, que lograra llegar a ser el motor del progreso moderno, no solo es desconocida; fami­liarizarse con ella puede llevar a inspirar profundamente.  Si buscas un monumento a los escoceses solo tienes que mirar a tu alrededor.  

(…)

En una visita a Edimburgo, John Amyatt, un médico in­glés, le escribe una carta a William Smellie, el editor de la pri­mera edición de la Encyclopædia Britannica. Allí le cuenta: «Aquí estoy en lo que se conoce como la cruz de Edimburgo, y en unos pocos minutos puedo recoger con mi mano a cin­cuenta hombres de genio».1 Probablemente veía pasar a Hume, Smith, James Hutton (padre de la geología moder­na), Joseph Black (químico y médico), William Robertson (historiador), Robert Burns (poeta), William Cullen (quí­mico y médico), Adam Ferguson (filósofo e historiador), John Gregory (médico y nieto del gran astrónomo James Gregory), John Playfair (matemático y geólogo), Thomas Reid (filósofo), John Millar (filósofo), Dugald Stewart (filó­sofo y matemático) o incluso a James Watt, que trabajaba con sus máquinas a vapor en la Universidad de Glasgow mientras Adam Smith enseñaba filosofía moral. Además, todos se conocían. No en vano el médico, historiador y cer­vantista Tobias Smollet (1721-1771) escribió que «Edimburgo era un almácigo de genios». Todos estos grandes filósofos y científicos eran reconocidos como los literati de Edimburgo o los hombres de letras escoceses».

Biografía de los presentadores

Leonidas Montes: Ingeniero civil industrial, licenciado en Filosofía y Magíster en Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y PhD y MPhil en Economía por la Universidad de Cambridge (King’s College). Es también director del Centro de Estudios Públicos (CEP).

Magdalena Merbilháa: Periodista e historiadora por la Universidad Gabriela Mistral, Master of Arts por Kingston University, London. Directora asociada del IERG Simon Fraser University. Directora de Red Cultural. Actual panelista de Sin filtro.

Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.

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