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Axel Kaiser: El «odio a los ricos» está en el centro del estancamiento económico en Chile Publicada en El Mercurio, 02.12.2023

Axel Kaiser: El «odio a los ricos» está en el centro del estancamiento económico en Chile

El «odio a los ricos» habría jugado un rol fundamental en el estancamiento económico de Chile. Esta es la tesis que exploran el abogado liberal y presidente de la Fundación para el Progreso, Axel Kaiser, y el historiador y emprendedor alemán Rainer Zitelmann, en el libro «El odio a los ricos», publicado esta semana.

Kaiser detalla en conversación con «El Mercurio» que las principales conclusiones a las que llegaron es que los chilenos «no tienden a ver a los ricos en términos favorables» y que esta visión ha jugado un papel importante en el discurso y debate público de las últimas décadas.

En específico, Kaiser observa que desde el segundo gobierno de Michelle Bachelet se «han destruido las instituciones que permitieron la prosperidad en Chile, porque muchas de las reformas que se hicieron se basaron en la idea de que los ricos tenían que pagar más y que la desigualdad era el problema. Esta retórica contra los ricos fue al final desastrosa para Chile».

Percepción en el país

Para medir la percepción de los chilenos sobre los ricos, Zitelmann realizó una encuesta. Dentro de los principales resultados se encuentra que los chilenos asocian más cualidades negativas que positivas a los ricos, como arrogante y codiciosa.

«Muchas de las reformas que se hicieron se basaron en la idea de que los ricos tenían que pagar más y que la desigualdad era el problema. Esta retórica contra los ricos fue al final desastrosa para Chile».

La importancia de la percepción que la sociedad tiene sobre los ricos es que cuando se tiene una visión positiva es cuando se observan las primeras chispas de crecimiento económico, argumentan los autores.

«Creo que parte del desafío que tenemos es cambiar la visión que los chilenos tienen de los ricos, especialmente del éxito y la desigualdad. Están obsesionados con la desigualdad, quieren atacar y destruir a los ricos»,  dice Kaiser.

Añade que «desde el punto de vista de los igualitarios, el problema no es que haya mucha gente que no tiene lo suficiente, sino que hay pocas personas que tienen mucho. Y este ha sido el principal impulsor de la ideología estatista y la revolución socialista que tuvimos en 2019».

La conclusión es que hay que cambiar «la forma en que vemos a los ricos. Si no hacemos eso, no hay nada que podamos arreglar», concluye el abogado.

Impacto económico

Para Kaiser, el fenómeno de «odio a los ricos» tiene un impacto económico debido a las reformas que buscan «castigarlos».

En particular, destaca que el «impuesto progresivo a la renta es un muy buen ejemplo de un impuesto basado en la envidia. Un país que tiene una visión muy saludable de los ricos y los empresarios no va a quitar parte de los ingresos de las personas que son más productivas, personas que están ayudando más a la sociedad».

En ese sentido, Kaiser culpa principalmente a los cambios realizados durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, y afirma que «se puede trazar una línea del declive de Chile exactamente desde el punto donde comenzó su segundo mandato».

Además asevera que, en su segundo gobierno, Sebastián Piñera «no hizo nada». «No tenía mayoría en el Congreso, pero creo que tampoco fue lo suficientemente agresivo para solucionar» los problemas de estancamiento económico.

Para los autores, la causa del «odio a los ricos» está en la envidia. En este aspecto, Zitelmann destaca que este sentimiento se caracteriza por ver empeorar la vida de alguien sin que eso reporte una mejora en la situación personal.

De acuerdo con la encuesta realizada, el 58% de las personas en Chile están de acuerdo con aumentar sustancialmente los impuestos para las personas muy ricas, sin que eso signifique una ventaja para el encuestado. En contraste, solo el 22% de las personas dijo estar en contra de esta afirmación. Zitelmann concluye que esto refleja que la gente «esta feliz si dañan a los ricos, incluso si piensan que no obtienen ninguna ventaja por esto».

Por otro lado, Kaiser afirma que el objetivo entonces no debería ser reducir la desigualdad en el país, sino la prosperidad. Es decir, que existan mejores oportunidades para todos, «no reducir las brechas entre grupos y personas, eso es pura envidia» , asevera.

Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.

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