Chile enfrenta una crisis política grave y profunda; sin embargo, la propia clase política se pone una venda en los ojos y mantiene las mismas actitudes anteriores a la manifestación del descontento contra su desempeño.
Tenemos diputados que continúan utilizando espacios que configuran el futuro de nuestra nación para realizar campañas irresponsables e inverosímiles, con sueldos y asignaciones pagados con nuestros impuestos.
La idea de nacionalizar los fondos de pensiones es ejemplo de ello: bien sabiendo que es un proyecto inconstitucional, lo presentan para manifestar su descontento con las AFP y las barreras que establece la Constitución, utilizan malintencionadamente el vocabulario, torciendo los argumentos e intentando vender propuestas que bien se ha encargado la historia nacional e internacional de mostrar equivocada.
Honorables, si no fuese mucho pedir, al menos en este momento de crisis, sean fieles a sus juramentos.
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