Índice de libertad económica ¿Qué significa?
El mundo académico y financiero nacional recibió malas noticias, puesto que Chile cayó 10 lugares (75.2 puntos) en el último Índice de Libertad Económica 2018, elaborado anualmente desde 1995 por Heritage Foundation. El informe busca medir la libertad y el desarrollo de la política económica en 186 países, a través de 12 puntos específicos agrupados en cuatro categorías: Estado de derecho, tamaño del gobierno, eficiencia regulatoria y apertura del mercado.
"Los puntos críticos que explican la disminución de la libertad económica en nuestro país, son consecuencia de las políticas impuestas por la administración de Michelle Bachelet, principalmente, en términos de la integridad del gobierno, salud fiscal y libertad laboral."
¿Tiene efectos para el día a día de los chilenos? Si bien en términos prácticos la publicación del índice no cambia radicalmente nuestra vida diaria, sí tienen influencia en ella, porque sirve para guiar futuras decisiones que toman actores relevantes para el país.
Los puntos críticos que explican la disminución de la libertad económica en nuestro país, son consecuencia de las políticas impuestas por la administración de Michelle Bachelet, principalmente, en términos de la integridad del gobierno, salud fiscal y libertad laboral. Si bien estas últimas responden a tres de las reformas centrales del gobierno como la educacional, tributaria y laboral, resulta preocupante la disminución de 9.3 puntos en la primera categoría. Es decir, el problema va más allá de las reformas: existe una duda generalizada sobre la probidad del actual gobierno y su capacidad de dirigir correctamente al país.
Lo anterior no es sorpresa. Este gobierno ha tenido desaciertos a todo nivel, además de políticas mal implementadas. En el área económica, se impulsó una reforma tributaria, que además de alejar a los inversionistas y perjudicar a los emprendedores, no logró recaudar la cifra esperada. A nivel político se evidenció la incapacidad de ordenar a la coalición oficialista, unida por poco más que el carisma de Michelle Bachelet. Los problemas llegaron al núcleo duro de la presidenta. No podemos olvidar los episodios del caso CAVAL, protagonizados por su hijo y nuera. Por otro lado, la tan anunciada reforma educacional cuelga de un hilo por la incapacidad de financiarla como señalaron incasablemente los expertos.
Los ejemplos anteriores demuestran que no es indiferente quién ni cómo gobierna. Es fundamental que quienes ejercen posiciones de poder lo hagan conscientes de las señales que dan hacia la ciudadanía y el mundo. Urge un liderazgo responsable, lejos de la ceguera ideológica que impone la urgencia por instalar una retroexcavadora que modifique las bases del “modelo”. Lejos de generar un mejor Chile, ha sembrado incertidumbre a nivel nacional e internacional.
El índice de libertad económica nos recuerda que la libertad ha sido un elemento esencial para el bienestar y el desarrollo de la sociedad. Particularmente, la libertad en el ámbito económico jugó un rol central para la reducción mundial de las enfermedades, el hambre y la pobreza. Este es un desafío fundamental para el próximo gobierno, no sólo por dar las señales correctas y mejorar la imagen del país, sino para crear condiciones que permitan aumentar la calidad de vida y la posibilidad de decidir el propio futuro de todos los chilenos.
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