Nuestras Fiestas Patrias históricamente han sido motivo de reunión entre familias y amigos, pero sobre todo es un encuentro entre chilenos, donde no importa cuál sea tu orientación política ni que es lo que opinas del debate público. Es aquel auténtico momento donde nos encontramos con nuestras tradiciones, nuestra historia, con las glorias del Ejército, con todos los símbolos que hacen que se nos infle el pecho por nuestra patria.
Hoy, en un ambiente de tanta polarización, odiosidad, recelos, incertidumbre y miedos, espero de corazón que no sea la excepción. Chile necesita un respiro y sus habitantes un poco de paz. ¡Viva Chile!
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.