El Gobierno y las multinacionales
Señor Director:
Le agradezco a don Juan Gabriel Valdés su nota de ayer. El Presidente dijo en la ONU que existe un «sector minoritario de la sociedad, pero muy poderoso, que no se somete a estos debates ni a las reglas democráticas, ni a los acuerdos que multilateralmente alcanzamos, y que tiene que ver con algunas multinacionales y el capital financiero internacional que no sigue los estándares democráticos». Le pido disculpas si mal interpreté estas palabras como una crítica a las multinacionales.
Chile ha tenido un manejo macroeconómico responsable. Y esa es condición necesaria, pero no suficiente para motivar la inversión. En Chile los impuestos son altos; los costos laborales, artificialmente caros; la permisología, infranqueable; la seguridad jurídica y personal, mala, y el Gobierno, ambivalente entre el tercermundismo pobrista y el progreso económico moderno.
Si el embajador cree que en ese contexto las multinacionales hacen cola para invertir en Chile, está equivocado. Ricardo Caballero en entrevista de ayer citaba un ranking del Banco Mundial que decía que en Chile era más difícil crear y hacer crecer un negocio que en Kenia, Ruanda y Azerbaiyán. Esos rankings también los leen los inversionistas extranjeros. Por eso no es raro que el país esté estancado.
Así que yo no les creería tanto a las adulaciones de empresarios que tienen que cuidar muchos millones enterrados en Chile, y hablaría con los que no hayan invertido para que le digan la firme de por qué no están viniendo.
Pero seamos francos, es mucho mejor para nuestro país que yo esté equivocado y el embajador tenga razón. Si el Gobierno lo está haciendo fantástico para atraer inversiones, lo veremos los próximos dos años, y si el embajador estaba en lo cierto, feliz escribiré una columna retractándome.
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