¿Globalización en riesgo?
Primero fueron México, Canadá y China. Luego el acero y el aluminio. El número mágico para los aranceles que están […]
Publicado en El Mercurio de Valparaíso, 14.05.2017Frente a la crisis en Venezuela, la prensa y la opinión en general abordan el problema como si tratara de una simple desavenencia entre las partes, como un asunto cuya causa es la simple falta de diálogo entre oposición y gobierno.
Lo interesante es que frente a la debacle venezolana, varios en Chile, por ejemplo, han dejado de aludir al socialismo del siglo XXI y los clichés de la Patria Grande o la Latinoamérica bolivariana. Excepto algunos que quizás tienen más que filiaciones ideológicas con la casta chavista, todos evitan decir que en Venezuela gobiernan los socialistas. En otras palabras, se ha dejado de aludir al ideario político que mueve a Maduro, Diosdado y todos sus seguidores. ¿Cuál es ese ideario? La promesa de una nueva libertad bajo el socialismo del siglo XXI.
El supuesto salto desde la precariedad a la abundancia, desde la libertad formal de la igualdad ante la ley, a la libertad auténtica de la igualdad material. El mismo ideario que durante el siglo XX llevó a algunos países a caer en la miseria, la dictadura y el totalitarismo. La misma en la que cae hoy Venezuela.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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