Héroes y villanos: no nos olvidemos
Se cumplieron 5 años desde el fallido golpe de Estado al presidente Piñera. Cuando estamos ad portas de una elección, […]
Publicado en Ok Diario, 18.12.2023Axel Kaiser Barents-Von Hohenhagen es lo más parecido a Javier Milei en Chile. Muchos auguran que este conocido ensayista y divulgador de las ideas de la libertad será en unos años el próximo presidente de un Chile hoy atrapado en el socialismo tercermundista de Gabriel Boric. OKDIARIO conversa con el presidente del think tank Fundación para el Progreso en Buenos Aires, donde asistió a la investidura de Milei. Kaiser lamenta que «la derecha española no haya sabido aprovechar sus oportunidades» y pronostica que «si a la Argentina le va bien con Milei, cambiará el paradigma político en todo Occidente».
Conoces muy bien Argentina. ¿Cómo has visto al país? ¿Cómo has visto la sociedad? ¿Qué te ha llamado la atención en la investidura de Milei?
Fue un evento muy conmovedor, de mucho impacto, de mucha esperanza, también de mucha honestidad. Su discurso inaugural fue súper claro: que vienen tiempos duros, difíciles, ajustes, que no hay un peso más para nada, que la gente va a pasarla mal antes de empezar a pasarla bien. Y fue aplaudido mientras ha sido honesto. Y de esto yo creo que no hay precedente en la historia de Argentina. Yo pude conversar con él y lo vi bien, con sentido del humor, sabiendo muy claro lo que quiere hacer.
Recuerdo que lo llevaste a Chile no hace mucho y que su visita causó sensación.
Estuvo con nosotros en el mes de julio conversando ante un abarrotado Teatro Las Condes. Hubo mucha gente afuera que no pudo entrar. Yo lo llevé, siempre le he defendido, incluso cuando no era político y entró recién en los medios. Acuérdate que él irrumpe de manera extraordinaria y se hace muy famoso. Y yo siempre lo defendí porque me pareció que él tenía las ideas correctas y que le estaba haciendo una enorme contribución al liberalismo. Estaba ayudando a hacer crecer un movimiento exponencialmente que los liberales antiguos no habían sido capaces de formar porque le faltaba eros, le faltaba hacer del liberalismo algo sexy y atractivo para los jóvenes.
En un momento a los liberales se nos decía que no nos debíamos meter en política y ese fue el gran error, haber dejado la política en manos de la izquierda.
Lo que ocurre es que en el caso de Milei esa batalla de las ideas se dio antes de que él fuera político. Durante los siete años antes que él estuvo en medios de comunicación como intelectual público, otros jugamos un rol muy importante, entre los que me encuentro yo. Él presentó mi libro El economista callejero en Argentina el año pasado y yo venía mucho a dar conferencias en distintas partes. Mis libros se vendían. Pero también estaban José Luis Espert, Alberto Benegas Lynch, Agustín Etchebarne, Iván Carrino, etc. y había muchos otros hablando del tema de la libertad pero él lo hizo con su carisma y por eso explota muy alto. Ese trabajo ya se había hecho a nivel de hegemonía cultural y él aprovecha eso después para lanzarse a la política con un movimiento que ya había trabajado en las ideas, que había calado en mucha gente joven de todas las clases sociales, y de ahí que resulta ser presidente.
No sé si te has dado cuenta de que llega a las capas más populares, más pobres. Eso no había pasado antes.
Por eso digo yo que es un cambio estructural en la mentalidad de millones de jóvenes en Argentina y en toda América Latina. Lo veo en Chile, yo tengo capital político, podría ser político sin ningún problema, porque he hecho lo mismo que él en Chile. Y estamos llegando a los jóvenes en Perú. Yo vi, ahora que estuve dando conferencias, que la gente se quedaba afuera porque se llenaban los auditorios. Si tú vas y vas, lo ves. En países como Brasil es lo mismo. Hay un cambio estructural a nivel de mentalidad. En muchos países latinoamericanos nos han ayudado mucho las redes sociales y el carisma de figuras como Milei, como Agustín Laje, aunque él está más en otro tipo de discusión. Somos como gladiadores de estas ideas. Y eso llega a todo el mundo, porque todos tienen un móvil y lo ven, sobre todo la gente joven, que es la más desesperada, porque ven que no hay posibilidades en un país como Argentina y se tienen que ir. Y los que no se pueden ir se tienen que conformar con una existencia miserable. Milei ofrece un diagnóstico del problema y un horizonte de transformación hacia un mundo mejor, que no es más de lo mismo. El peronismo es asistencialista, los tiene sumidos en la miseria. Es un cambio de narrativa y de mentalidad que llegó para quedarse.
¿Qué tiene que hacer Milei para que esto no dure sólo cuatro años? O sea, para que no pase lo de Trump o lo de Bolsonaro. ¿Qué debería hacer?
Creo que es fundamental que las reformas rindan sus frutos, si es que se hacen bien. Que la gente vea que estas ideas dan resultado, eso legitima mucho. En segundo lugar, está la parte comunicacional. Hay que decir que en el caso de Trump y Bolsonaro tuvieron el problema de la pandemia: sin COVID, Trump salía reelecto y tal vez Bolsonaro también. Entonces hubo circunstancias de fuerza mayor que le afectaron.
Como dijo la cínica demócrata Jane Fonda, la pandemia fue una bendición de Dios para ellos.
Lula ganó por muy poco. Petro está en caída libre en Colombia. Yo creo que ahí puede venir un cambio más adelante. ¿Chile? Yo creo que hubo mucho voto de rechazo hacia la figura de José Antonio Kast, pero también es milagroso que un candidato como Kast, que tenía un 3%, eh, no sólo le gana a todos los de la derecha, se instala en segunda vuelta y saca un 44%. O sea, yo recuerdo haber hablado con un ex ministro de Piñera cuando todavía estaba en el Gobierno y las encuestas de ellos decían que casi no iba a sacar más de un 3% y que iba a desaparecer. Y él hizo una apuesta de hecho, y resulta que termina ganando la primera vuelta y termina sacando un 44 en la segunda. ¿Y por qué terminan los chilenos votando por Gabriel Boric? Primero, no teníamos voto obligatorio. Yo creo que con voto obligatorio no estoy tan seguro que habría ganado, no con esa diferencia. Segundo, toda la prensa controlada por gente más bien progresista, de izquierda, le hizo una guerra sin cuartel a José Antonio Kast. Y él también tiene sectores de centro que lo rechazan. Hay cosas conservadoras que no les gustan, hay otros temas y todo eso conspiró para que él saliera elegido. Pero hoy día podría llegar a ganar en el próximo intento. Y ahora ya sabemos el desastre que es Boric.
«América Latina es la región con más experimentos constitucionales de la historia de la humanidad, más que África, y cada vez que se hace una nueva Constitución, el país está peor que antes. Es decir, muy pocas veces una nueva Constitución establece reglas que son mejores».
¿Son ideas de izquierda contra derecha o establishment vs antiestablishment?
A nivel de ideas son las de la libertad y la racionalidad contra las ideas colectivistas y políticamente correctas, ¿no? Esto de la inmigración, de que venga todo el mundo, por ejemplo, es una idea que abrazaron tanto las derechas del establishment como las izquierdas y se puso de moda. Son creencias que te hacen ver como si tú fueras moralmente superior, pero que al aplicarlas terminan por destrozarle la vida a millones de personas. Y eso está totalmente en retirada, no sólo en Chile, sino que en Europa. No funcionan en ninguna parte. Y después el estatismo intervencionista, colectivista que tiene a todos los países con niveles de deuda insoportables en toda Europa, Estados Unidos incluido, y a América Latina destrozada, es algo que va a ir crecientemente en retirada en la medida en que hagamos bien el trabajo. Nosotros, los que defendemos la libertad, -porque lo nuestro sí funciona-, es dar la batalla entre la libertad individual vs. el control, el colectivismo y el estatismo.
¿Qué te han parecido las medidas que ha tomado Milei hasta ahora? Porque 80 años de decadencia no se borran con un decreto…
No, no se borran. Y aparte hay muchas dimensiones que tienes que considerar tanto a nivel internacional… vaya a saber uno qué conversaciones corren por ahí, más los equilibrios del Congreso que tienes que negociar para que te aprueben otras reformas. Esto no es «llego yo y hago todo lo que quiero, eh». Pero me pareció simbólicamente importante que, primero, el ajuste lo va a pagar fundamentalmente el sector estatal político. No se va a dejar abandonada a la gente que más necesita apoyo, los más pobres. Por eso anunció que los planes sociales no se van a recortar, por lo menos mientras la crisis esté ahí. Y segundo, que se acabó el cuoteo y el despilfarro, es decir, la reducción de ministerios y subsecretarías, la eliminación de la obra pública. Creo que eso va a ser una gran cosa. La privatización de toda la obra pública de aquí en adelante va a ahorrar muchos miles de millones de dólares y también va a eliminar bastante la corrupción. Es una fuente de corrupción y el tema de las licencias de importación, que eso lo van a eliminar completamente, además de sincerar el tipo de cambio. Y es mentira que devaluaron, el peso ya estaba devaluado. Milei sólo dice la verdad. Es como si vos sentís olor a podrido y abrís el refrigerador y ves la carne descompuesta y decís que la culpa es del que abrió el refrigerador: no, oiga, la carne ya estaba podrida, no me culpe a mí por abrir el refrigerador. A ellos ahora le toca la parte difícil que es sacar la carne fuera.
¿Cómo ves la situación en España?
Sí, yo estoy muy decepcionado de lo que ha ocurrido en España. Creo que es responsabilidad de la derecha. Así como cuando gobernó Mariano Rajoy se perdieron todas las oportunidades para hacer reformas reales, estructurales en el sentido de la libertad. Hay un problema con la derecha española que no sabe aprovechar oportunidades y no sabe tampoco finalmente cómo lidiar con su adversario de izquierda. No creo que Sánchez vaya a terminar los cuatro años con esta coalición que tiene de Gobierno, aunque ha sorprendido por su astucia política. Pero cuando uno ve España desde América Latina te da la impresión de estar en cualquier otro país bananero de América Latina, con la peor de las castas políticas de extrema izquierda, con terroristas metidos en el Gobierno, con delincuentes siendo indultados por presidentes, con políticas socialistas que arruinan países; que uno piensa que si España no estuviera en la Unión Europea no tendría unos indicadores económicos mucho mejores que el promedio de América Latina. Y eso me da mucha pena porque soy un gran admirador de ese país y hay gente muy buena y espero que puedan aflorar esos liderazgos para sacar el país adelante. Y deseo que Sánchez no termine su Gobierno porque es una pésima noticia no sólo para los españoles, sino para todo Occidente. Que una persona tan mentirosa, tan poco respetuosa de la democracia liberal y dispuesta a pactar con delincuentes, esté presidiendo uno de los países más importantes de Europa.
¿Cómo explicas lo que está pasando ahora en Chile? [Esta entrevista se hizo antes de conocerse el rechazo a la Constitución redactada por la derecha con un 55% del voto en contra]
En pocas palabras: tercermundismo. Chile ha demostrado que es un país bananero como cualquier otro latinoamericano, incapaz de tener una élite que pueda gobernar el país y resolver los problemas y que busca chivos expiatorios absurdos como el tema de las Constituciones. América Latina es la región con más experimentos constitucionales de la historia de la humanidad, más que África, y cada vez que se hace una nueva Constitución, el país está peor que antes. Es decir, muy pocas veces una nueva Constitución establece reglas que son mejores. Y estamos en la peor situación económica de los últimos 40 años en Chile. Y lo único que hace nuestra clase política y la élite es discutir sobre la Constitución. Y por eso yo pienso que la Constitución se va a rechazar.
¿Crees que el fenómeno Milei ha movido las placas tectónicas?
Totalmente. Si a la Argentina le va bien, cambiará el paradigma de discusión en todo Occidente, no solamente en América Latina, en todo Occidente. Y las ideas de la libertad van a volver a estar de moda. Y Argentina se va a usar de ejemplo de un país que estaba completamente arruinado por el estatismo, el colectivismo, el socialismo y salió adelante gracias al liberalismo. Es así que todo el mundo está poniendo atención a lo que ocurre aquí y un factor que no es menor: a Estados Unidos le conviene que Argentina le vaya bien aún en una administración Biden, porque tú lo alejas de la influencia geopolítica de Irán, Rusia y China, y lo acercas a Estados Unidos y Occidente. Y Argentina es un socio estratégico muy valioso por sus recursos naturales, su ubicación geográfica, su producción agrícola, por todas esas cosas. Que no se pueden dar el lujo de perder hacia China y hacia Irán y hacia Rusia, los norteamericanos. Así que creo que van a hacer lo posible por ayudar.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.
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