La pronunciación definitiva de este lunes por la Corte Suprema con respecto a la sentencia del emblemático caso de Víctor Jara, a 15 días de la conmemoración por 50 años del golpe de estado no parece coincidencia.
No es menester de esta carta hablar de la sentencia desde un punto de vista jurídico ni de la relevancia histórica del cantautor, pero es importante destacar que enciende las alarmas por una eventual intención de "activismo jurídico" de parte de los jueces, que podemos ver aparentemente en este tipo de sentencias de alta conmoción social y política. es por ello que no es concebible que por incidencias sutiles de la tendencia política que sea, o por presiones sociopolíticas no se respeten los principios de independencia del poder judicial, el debido proceso y las garantías Constitucionales propias de todo Estado de derecho, es por ello de la importancia de estar atento y presente al sonido de estas alarmas de cuando se mezcla la política con la justicia y la posibilidad de infiingir principios establecidos desde hace ya vados siglos.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.