El sindicalismo voluntario, basado en la libertad de asociación, muchas veces negado en los países capitalistas, era negado bajo la figura del sindicalismo obligatorio y burocrático, en toda la órbita comunista. Allí, sólo eran aceptados los sindicatos afines al partido y al único empleador existente: el Estado.
Leer más«La libertad no se pierde por
quienes se esmeran en atacarla, sino por quienes
no son capaces de defenderla»