La grandeza de Aylwin estriba en que supo reconocer que se equivocó al suponer que los militares devolverían pronto el poder a los civiles, y en que rectificó y luchó por la democracia sin rencores ni sed de venganza.
Leer más«La libertad no se pierde por
quienes se esmeran en atacarla, sino por quienes
no son capaces de defenderla»