La desigualdad está de moda. Michelle Bachelet finalizó la que será su última cuenta anual como Presidenta condenándola, y asignándole el rol de ser el motor que habría impulsado sus reformas de retroexcavadora. Ante esto, bien vale una reflexión: ¿va por tan mal camino Chile? ¿Vamos de mal en peor por esta senda en la que hemos estado durante los últimos 30 años, como señala la Presidenta y los quejicas de moda?
Es más, el estudio de la PUC señala que ésta seguirá cayendo debido a que año a año las nuevas generaciones son más iguales que las anteriores.
Así, dice el estudio, dado que los jóvenes serán más iguales que lo que fueron nuestros padres y abuelos, el promedio de la desigualdad nacional caerá hasta llegar a los niveles de países desarrollados. Eso sí, si es que seguimos el camino que llevábamos, focalizando el gasto estatal en los más necesitados.
Y he ahí la importancia de no cambiar de rumbo y, además, de mirar la evolución y no "la foto" de los datos. Por ejemplo, si hubiésemos mirado la cantidad de personas que terminaban el colegio en Chile durante los años 80 nos habríamos espantado.
El promedio era bajísimo, ya que tomaba en cuenta a mucha gente que no había ido y simplemente ya no iba a ir al colegio. Sin embargo, año a año los jóvenes estaban yendo al colegio y es por eso que lo importante era ver qué porcentaje de jóvenes, y no chilenos adultos, estaban terminando su colegiatura. Es por esto que hay que analizar la evolución y no los promedios.
Lo mismo ocurre con la desigualdad: para los países en desarrollo, como Chile, hay que preocuparse de las tendencias y no de "las fotos". Si las nuevas generaciones son, año a año, más iguales, vamos bien y sino, la cuestión es al revés. Y el informe de la PUC confirma lo primero, vamos por buen camino. Pero esto no termina ahí: el informe del PNUD nos dice que Chile ha mejorado notoriamente en materia de pobreza: en 1990 un 68% de los chilenos era pobre y, al día de hoy, la cifra bajó a un 11%.
¿Vamos tan mal? Falta mucho por mejorar, especialmente para eliminar esa pobreza, pero claramente hemos avanzado. De hecho, el informe es categórico en decir que comparado con Latinoamérica somos, por lejos, el país que más ha avanzado en materia de ingresos, educación y salud. ¿Falta por mejorar? Claro que sí, falta mejorar la educación, la salud, las pensiones y muchas cosas, pero simplemente los datos no calzan con quienes dicen que estamos y vamos tan, pero tan mal.
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