Al final, gobiernan las ideas
Señor Director:
Si bien, el Acuerdo del 15 de noviembre de 2019 fue el inicio del proceso constituyente ahora en curso, también fue el fin de una batalla cultural donde triunfaron los que querían cambiar la Constitución de 1980 a como diera lugar.
Si en 1999, cuando en la candidatura presidencial de Gladys Marín se propuso por primera vez en Chile la fórmula 'plebiscito de entrada – órgano constituyente -plebiscito de salida', solo 225.224 (3,19%) personas la acompañaron. Tras solo 21 años de intenso activismo político y nutrido trabajo académico, esta misma opción fue respaldada por un 78,27% del electorado. ¿Solo 21 años?
A decir verdad, es poco tiempo para quienes ven la política como una carrera larga que siempre presentará obstáculos y donde lo único relevante es seguir corriendo pese a todo. Obviamente dos décadas es una eternidad para aquellos que viven la política al día. Puede que la mayoría de las veces sean estos últimos los que alcancen altos cargos, pero los que alcanzan el poder son los primeros.
Para comprobar la verdad de estas aseveraciones solo basta con ver a Sebastián Piñera ufanándose de ser el artífice de una impopular idea de Gladys Marín. ¿Quién gobierna en último término? Las ideas, como siempre.
Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.