La libertad de enseñanza es una derivada de la libertad de pensamiento y expresión. Es decir, la libertad de enseñanza no se reduce al ámbito de lo que entendemos como escolarización o educación formal. La libertad de enseñanza implica permitir la existencia de distintos espacios, institutos y academias donde las personas pueden aprender según sus intereses y otros ofrecen sus conocimientos al respecto.
«El progreso no es una bendición ininterrumpida.
A menudo viene con sacrificios y luchas»