El delirio institucional del feminismo de género
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Publicado en El Mercurio, 12.01.2024Mario Waissbluth escribió a su diario afirmando que era falso que el fin de la posibilidad de seleccionar alumnos haya destruido a los colegios como el Instituto Nacional, en INBA o el Liceo 1. Para él, la destrucción de estos colegios se debe nada más que a la captura de éstos por los «overoles blancos». Es curioso que Mario Waissbluth se haya olvidado de que la destrucción de esos colegios partió por la crisis de autoridad generada por alcaldes pusilánimes que validaron tomas y petitorios cada vez más ridículos —todavía no existían esos «overoles blancos»—. Luego, continuó con la introducción de un ranking que no era un ranking (una pelota-cuadrada), que generó fuga de alumnos por su efecto de extraponderación del NEM y, después, por la reforma de Bachelet que prohibió la selección. Finalmente, esos colegios y sus comunidades educativas fueron destruidas por la validación de esa violencia radical de la que él habla. Afirmar que fue solo lo último, es negar la teoría y la realidad. Dice además que los colegios públicos no han empeorado. Él llama a las ideas contrarias como «falacias educacionales».
«Waissbluth se olvida que los colegios públicos han sido completamente sobrepasados por los otros colegios en su participación de los mejores resultados de las pruebas de conocimientos, pruebas que, dicho sea de paso, tanto le molestaban por la "competencia y estigmatización" que generan».
Waissbluth se olvida que los colegios públicos han sido completamente sobrepasados por los otros colegios en su participación de los mejores resultados de las pruebas de conocimientos, pruebas que, dicho sea de paso, tanto le molestaban por la «competencia y estigmatización» que generan. Quizás sufra de algo así como una «amnesia selectiva», ya que él y la fundación qué el lideraba, Educación 2020, azuzaron sin matices el caos educacional en que nos vemos hoy día. A pesar de todas las advertencias que se le hicieron, ellos apuntalaron la desautorización de los sostenedores que intentaban hacer su trabajo, apoyaron la introducción del ranking-no-ranking y, luego, apoyaron y lideraron todas las reformas de Bachelet —entre ellas, el fin de la selección—. Desde Educación 2020, además, Waissbluth le dio un sentido épico —y sueldo— a muchos jóvenes que daban bote en sus carreras universitarias para que fueran, junto a él, activistas antigobierno y antitodo. Muchos de ellos están ahora gobernando nuestro país en los más extravagantes puestos dados sus conocimientos. Vemos también sus extravagantes resultados.
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