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“The Kominsky Method”: El arte -y los problemas- de envejecer Publicado en El Líbero, 03.06.2021

“The Kominsky Method”: El arte -y los problemas- de envejecer

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Recién se estrenó la tercera temporada de esta serie cuyo tema central es la vejez. Pero la aborda de una manera tan cómica y profunda a la vez, que no agota, sino más bien reenergiza.

“Somos barcos hundiéndose lentamente en el océano”. Esa es una de las primeras frases de Michael Douglas en The Kominsky Method, una serie que retrata los mayores desafíos de la vejez desde la perspectiva de un actor poco exitoso que se niega a retirarse. Entretenida y cómica, también es una invitación a reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones en el largo plazo.

La entrega de Netflix relata la historia de Sandy Kominsky (Michael Douglas), un actor que tuvo un efímero momento de éxito durante su carrera y ahora trabaja dando clases de actuación en su propia escuela. Kominsky vive en un limbo entre la jubilación y su necesidad por anclarse en el pasado a través de la actuación. Ha tenido varias esposas, ha vivido los excesos del mundo del espectáculo y ahora siente que es una luz que se está apagando. Su hija, Mindy (Sarah Baker) trabaja con él, pero su relación a veces parece más profesional que familiar. La razón es que Sandy intenta actuar como si el tiempo se hubiera detenido, su hija nunca hubiera crecido y su carrera siguiera en auge. Pero su salud, necesidad de madurez y responsabilidades lo sobrepasan.

Kominsky tiene un “cable a tierra”: su amigo y ex-agente Norman Newlander (interpretado por Alan Arkin), un hombre de familia que lidia con sus propios problemas. Cada acontecimiento en la vida de Norman es un hito de cambio o crecimiento para Sandy.

Envejecer es el nodo e hilo conductor de esta serie. The Kominsky Method plantea el choque entre la nostalgia de quienes siempre están intentando recuperar lo perdido y quienes tienen la capacidad de adaptarse a los cambios en el entorno y asumir la responsabilidad. Quienes buscan vivir del pasado, también rentan del pasado. Por eso es tan importante que Sandy precisamente haga clases de actuación para personas que, en su mayoría, lo ven como un hobby o que son derechamente malos en el escenario.  Mientras el mundo a su alrededor sigue girando, su hija crece, sus ex-esposas se olvidan de él, sus amigos se van poniendo viejos y mueren, y sus nuevos intereses amorosos demandan una actitud distinta y madura de una relación.

Finalmente, pese a lo profunda de la trama, la serie no se toma a sí misma demasiado en serio. Se permite cameos de famosos, escenas cómicas y situaciones inverosímiles. Así, ver The Kominsky Method no deja una sensación de cansancio o peso sobre los hombros, sino que es fácil de disfrutar. Con la tercera temporada recién estrenada en Netflix, vale la pena darle una oportunidad.

Trailer de la primera temporada aquí

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Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan las de Fundación para el Progreso, ni las de su Directorio, Senior Fellows u otros miembros.

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