Problemas «complejos»
Señor director,
José Joaquín Brunner dice ayer en su diario que en Chile hay problemas que «no obtienen la atención necesaria» debido a su «enorme complejidad». El primero sería la reproducción de las desigualdades de cuna debido a la pésima provisión de jardines infantiles para los más pobres. Es bueno recordar los constantes rechazos a proyectos de ley que establecían la sala cuna universal, entre otros, desde la izquierda —Yasna Provoste y Gabriel Boric mediante—. Qué decir de la horripilante instrumentalización política que se hizo con los niños durante la pandemia y de las marchas taquilleras que luchaban por gratuidad universitaria —para los «privilegiados»— en desmedro de los niños. Todo esto sumado a la instauración de odiosidades y regulaciones demagógicas contra el lucro y la educación privada.
El segundo problema sería el estancamiento de la productividad. No veo tan necesario explayarse en las formas y las agendas izquierdistas que han destruido la productividad e inversión en el país. Todo esto sumado a la reinstalación de una odiosidad desmesurada contra los empresarios, reiniciada por Bachelet y su ministro Arenas, y coronada, además, desde el mismísimo Estado, con la publicación de un video animado contra ellos. Estos últimos han aportado lo suyo, pero nunca tanto.
«Es cada vez menos útil analíticamente hablar de izquierdas y derechas, pero la verdad es que las ideas de agrandar el Estado y desconfiar de las personas coartando sus libertades son, por lo general, de izquierda.»
El tercer problema que nombra Brunner sería la tirria que existe en el país contra la colaboración público-privada para entregar buena salud y construir plazas, carreteras y colegios. Menos necesario aún es recordar que esta ridícula ojeriza no viene de «la derecha» sino de la gente buena, es decir, de los «izquierdistas» —especialmente de los buenos a la Giorgio—.
En cuarto y último lugar está la existencia de una violencia excesiva en el país. Nada que acotar.
Es cada vez menos útil analíticamente hablar de izquierdas y derechas, pero la verdad es que las ideas de agrandar el Estado y desconfiar de las personas coartando sus libertades son, por lo general, de izquierda, además de que Giorgio Jackson, Ignacio Walker, Daniel Stingo, Ximena Rincón, Camila Vallejo y tantos otros, se reconocen y han sido apoyado por partidos autodenominados de izquierda.