La viga en el ojo propio
Por el reportaje de Informe Especial pudimos concluir que parlamentarios muy dados a ver la paja en el ojo ajeno no solo eran incapaces de advertir la viga en el propio, tampoco notaron el techo, el piso y las paredes: casas enteras que ante los registros del Servicio de Impuestos Internos eran sitios eriazos o agrícolas para pagar menos contribuciones. Los mismos que nos piden más “generosidad” cuando nos suben los tributos, ¡cuánta hipocresía hay en el Congreso Nacional!