Cheque en blanco
A partir de los resultados del plebiscito de octubre han surgido muchas interpretaciones que suelen empezar con la muletilla “el plebiscito demostró que…”: “El plebiscito demostró que no había polarización en Chile”; “el plebiscito demostró que la ciudadanía chilena tiene ganas de participar de la toma de decisiones”, etc.
Es posible que el plebiscito haya demostrado esto y muchas otras cosas más. Sin embargo, más allá de las interpretaciones posibles, no debernos olvidar que un plebiscito vinculante es una expresión manifiesta de la voluntad popular. Para John G. Matsusaka, una de las virtudes de votar sobre una ley específica es permitir a los votantes “analizar los detalles y evaluar exactamente lo que hará la propuesta”. (Let the People Rule, p. 228). Evidentemente, esta ventaja desaparece si la ley aprobada puede ser modificada luego del plebiscito, transformando un plebiscito vinculante en un verdadero cheque en blanco para la clase política.