Dos semanas con Boric
Han pasado dos semanas luego de los resultados de segunda vuelta y Gabriel Boric sigue sin entregar las certezas mínimas que se requieren para volver a invertir en Chile.
Han pasado dos semanas luego de los resultados de segunda vuelta y Gabriel Boric sigue sin entregar las certezas mínimas que se requieren para volver a invertir en Chile.
El flamante presidente electo Gabriel Boric va a recibir una economía particularmente complicada y es muy probable que el ámbito económico sea uno de los principales desafíos de su mandato presidencial.
Ignoro la preponderancia del señor Salas en la política exterior chilena. Pero si las críticas que se le formulan —calificadas como ‘lindezas’— son querer cerrar embajadas y retirar la firma del Acuerdo de Escazú, no debiéramos más que celebrar sus ideas.
En todo caso, si defender la primacía de un individuo (una víctima de una violación o la humanidad de un militante) por sobre un supuesto “bien mayor” del colectivo (una Iglesia o un partido político), diría que sí, que soy un “individualista”.
Ahora que estamos ad portas de comenzar un nuevo año, resulta necesario reflexionar acerca de uno de los principales problemas que nos aqueja como país: la escasa tolerancia política y la violencia.
El miedo es una emoción ampliamente documentada por la psicología. Proviene de uno de los sustratos más antiguos de la evolución humana, y responde a la reacción primitiva del sujeto ante una amenaza.
Jorge Peña, en su respuesta a Adriana Valdés, dice estar en profundo desacuerdo con ella respecto de esa idea de que lo antiguo ya no se sostiene en política; y menos si se buscan votos.
Chile ha optado nuevamente por el socialismo. Ya lo tuvimos y lo padecimos. Terminó mal, con pobreza, odio y pérdida de la democracia.
El triunfo de Gabriel Boric marca un hito político en varios sentidos. Hay, sin embargo, tres elementos clave a considerar que quedan en evidencia.
Boric admira mucho a Allende, así que veremos si maneja mejor otro de sus más famosos estorbos: su alianza con fanáticos. Al menos supongo que no enviará proyectos de ley para mejorar la raza de nuestros compatriotas, como hizo Allende. La eugenesia esos días era una moda, hoy estamos para otras.
Escribí esta columna sin saber el resultado de la elección porque me parecía que no importaba si la centroderecha ganaba o perdía. Cualquiera hubiera sido el resultado, su misión debe ser la misma.
Creemos necesario mantener el régimen de votación voluntario y analizar lo que han hecho los demás países del mundo para afrontar la baja participación electoral.
El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, junto a otros economistas socialistas, han expresado su apoyo al candidato Gabriel Boric.
Días atrás, el candidato Gabriel Boric se declaró socialdemócrata. ¿Acaso ha dejado de creer en el socialismo del siglo XXI?
En el debate le preguntaron a Boric si los fondos ahorrados por una persona que había impuesto toda su vida y moría a los 64 años —uno antes de jubilar— los heredaban sus hijos
Gane quien gane este domingo, el proceso de deterioro económico e institucional chileno continuará.
Inmediatamente después de los resultados de la primera vuelta, los medios se vieron repletos de columnas y reportajes indicando que José Antonio Kast habría ganado en las comunas más pobres de Chile.
Ante la percepción de estar primero, es entendible que Gabriel Boric prefiera no sobreexponerse.
Se ha intentado argumentar por quienes apoyan a Gabriel Boric de cara a la segunda vuelta presidencial que este enarbolaría los valores de la social democracia europea. Incluso un análisis superficial, sin embargo, permite concluir algo distinto.
Antes, los candidatos inventaban programas. Ahora, inventan evangelios. Los columnistas no podemos ser menos y por eso me he permitido publicar esta carta de San Pablo a los chilenos.
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