El Socialismo
Dado que el liberalismo nunca ha pretendido construir un mundo perfecto, pues carece de utopía, entonces a los ojos del socialismo este siempre fracasa. Pero lo cierto es que ese realismo es su mayor fortaleza, mientras que, en el socialismo, ese desprecio por el ser humano y su realidad concreta debe necesariamente traducirse en una práctica criminal.