Affectio societatis
Antes de un acuerdo ideológico, la unidad de la derecha depende de una affectio societatis que hoy no existe.
Investigador de la Fundación para el Progreso. Formado en el Instituto Nacional. Estudió Derecho y Filosofía en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde fue presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía (CEF) y ayudante en cátedras de Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Filosofía del Derecho y Filosofía Social. Anteriormente, trabajó en el Instituto Res Publica y en el Instituto de Estudios de la Sociedad.
Antes de un acuerdo ideológico, la unidad de la derecha depende de una affectio societatis que hoy no existe.
Hay muchos nostálgicos de la época de los grandes consensos que sirvieron de marco institucional para que millones de chilenos lograran un bienestar sin precedentes.
El terrorismo, para Fernando Savater, es «el reconocimiento de una alteridad inadmisible»
Ahora se dice que la decisión del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional la moción de diputados sobre el segundo retiro de fondos previsionales por razones de quórum y vulneración de la iniciativa exclusiva del Presidente marcaría un precedente para frenar futuras iniciativas del parlamentarismo…
Por las limitaciones de tener al costo de oportunidad como exclusivo marco analítico, algunos suelen decir que el Gobierno regaló “X” dado que dejó de recaudar esa cantidad de dinero.
La renuncia de Mario Desbordes del Ministerio de Defensa no hace más que confirmar lo espurio que fue su nombramiento desde un comienzo.
Antes incluso que la protección de sus temores, la clase media chilena clama por un a justificación moral de su estilo de vida.
El tercer retiro de fondos de pensión —¡¿le seguiremos (mal) llamando ‘del 10%’?!
Hace poco nos enteramos de que don Camilo Escalona se arrepintió por sugerir que una Asamblea Constituyente era “fumar opio” en 2012.
Sebastián Piñera nos dijo hace algún tiempo: “Arriba los corazones, porque vienen tiempos mejores”. Ese fue su lema de campaña que le permitió llegar por segunda vez a La Moneda.
Ante los hechos de violencia que todavía padecemos es hora de advertir que, en lugar de una crisis de autoridad, tenemos una “crisis de autoridades”.
Cuando termine todo este proceso, sabremos finalmente si la Constitución de 1980 ‘neutralizaba la política’ o solo establecía límites a los políticos.
Los últimos movimientos al interior del Frente Amplio vienen a confirmar la máxima que dice: «donde hay dos izquierdistas, hay a lo menos tres facciones».
La palabra “independiente” goza de un inmerecido prestigio en política, dado que esta última debería ser un espacio para discutir civilizadamente nuestras diversas — y a la vez propias — visiones de mundo.
Cuando se discute sobre el sistema de gobierno que debería contemplar la nueva Constitución, muchos reducen su reflexión a una cuestión abstracta siguiendo las conclusiones de grandes politólogos o expertos en derecho, como si sus ideas se pudieran aplicar del manual a la realidad sin escalas.
A partir de los resultados del plebiscito de octubre han surgido muchas interpretaciones que suelen empezar con la muletilla “el plebiscito demostró que…
Si el Presidente Piñera está solo es en buena medida por su culpa.
El Código de Ética de la Función Pública de la Organización de Estados Americanos consagra en su artículo 11 el principio de templanza según el cual el funcionario público “debe desarrollar sus funciones con respeto y sobriedad, usando las prerrogativas inherentes a su cargo y los medios de que dispone únicamente para el cumplimiento de sus funciones y deberes.
A los quórums supramayoritarios se les suelen reconocer tres atributos: primero, provocar la creación de consensos amplios; segundo, desincentivar actitudes partisanas intransigentes y, por último, proteger los derechos de las minorías (McGinnis, O. y Rappaport, M. B. Originalism and the good constitution, pp. 38-43).