¿Y hoy por quién voto?
Si usted aprecia el esfuerzo personal, quiere vivir de su trabajo, cumple con la ley, se mete en sus propios asuntos sin decirle al prójimo cómo vivir su vida, sabe que no hay fiesta sin resaca, y es escéptico de que la buena política lo ayude mucho -pero tiene certeza de que la mala le puede arruinar su vida-, levántese y vote.